lunes, 10 de octubre de 2016

Gracias.

Gracias por la falsa amistad,
las falsas risas,
los falsos momentos,
gracias por hacerme olvidar que valgo,
aunque sea lo suficiente como para tener mi propia opinión.

Gracias por empujarme hasta mi límite,
por hacer sentir incómodos a mis amigos,
gracias por ser un imbécil,
un doble cara y un hipócrita.

Gracias por ignorarme cada vez que te daba la gana,
por divulgar mis secretos como si fueran nada,
gracias por dejarme plantada,
y luego verme la cara de estúpida.

¿Pensaste que lo iba a dejar pasar?
¿Que volvería después de una semana?
¿O simplemente lo hiciste,
porque querías deshacerte de mí?

De cualquier modo gracias,
porque a pesar de que fue una fachada,
una falacia todo lo que me decías,
promesas falsas que hiciste
con los dedos cruzados detrás de tu espalda.

Porque a pesar de que me abandonaste como si no fuera nada,
por un reducido tiempo,
me hiciste sentir apreciada.

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