viernes, 9 de diciembre de 2016

Ámate a ti mismo y empezarás a amar la vida

"Todo lo que necesitas quizá no esté delante a ti o a tu alrededor, pero todo lo que necesitas está ciertamente dentro de ti."

Tengo 18 años. Me gusta leer, salir con mis amigos, escuchar música y escribir poesía. Voy a estudiar psicología, porque me parece que no hay suficientes personas capacitadas en este ámbito en mi comunidad. Voy a estudiar psicología porque quiero aprender a interpretar los procesos de la mente, sobre todo la mía.

Voy a contar mi historia, algunos concordarán conmigo, otros me tacharán de ridícula. Pero no me importa mucho, porque este es el tipo de cosas a las que una se enfrenta cuando tiene un blog en el cual pone la mayoría de sus anécdotas y/o pensamientos.

Cuando era pequeña, siempre quería parecerme a alguien más o ser como alguien más, primero, quería ser como una princesa de esas de Disney, luego quería ser como Hannah Montana, una estrella de rock, o una bailarina como alguna que vi en televisión alguna vez, estudiar en Julliard y conseguirme un amor de película.

Ahora me doy cuenta, que no quiero ser nada de eso, me doy cuenta de que yo soy un ser único e individual, que no hay otra persona como yo. Que se parezca a mí tanto físicamente, como en cuestiones de personalidad, que no necesito que alguien me acepte, que solamente tengo que aceptarme a mí misma.

Solía pensar que era necesario que alguien me quisiera, que si me dejaban guindando, no me hablaban o se molestaban conmigo era por algo, ¿pero saben?, me di cuenta de que no necesito aprobación de nadie para ser quién soy, que no soy perfecta y que nadie lo es, y que lo único que puedo hacer al respecto es intentar ser lo mejor que puedo ser cada día. Así es, vivir un día a la vez.

Cuando aprendes a quererte y a valorarte a ti mismo, a comprender que a veces la soledad es necesaria, para encontrarte, ahí es cuando empiezas a triunfar, y todo en la vida se te hace más fácil. Con esto no estoy diciendo que seas egoísta, o que centres sólo en ti mismo. Me refiero a que, si quieres pedir perdón, pídelo por ti, para que no te arrepientas después, si vas a perdonar, hazlo para no guardar rencor en tu corazón, no para que la otra persona regrese a tu vida, si vas a dar, hazlo para sentirte en paz contigo mismo, y si quieres recibir o consentirte, no te sientas culpable, porque te lo mereces.

Es cierto que el mejor amor es el que te hace cambiar y ser mejor, eso nunca lo negaré. Pero tal vez aún no nos hemos puesto a pensar que tal vez ese amor, que te impulsa a ser mejor, no necesariamente tiene que ser el amor hacia otra persona, sino hacia ti mismo: cambias porque tú lo deseas, te propones ser mejor por ti, haces metas para sentirte mejor contigo mismo, y eso nunca va a estar mal.

Se despide por ahora: A.P.M.

2 comentarios:

  1. Yo concuerdo contigo A.P.M. Debemos valorarnos por quienes somos, no convertirnos en la persona que otras quieren que seamos. Yo te quiero y te valoro tal como eres (para mi, si eres una princesa de Disney). De hecho, cada día te valoro más porque cuando me doy cuenta de tu desarrollo, me siento orgullosa por la persona que eres. Éxitos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias por ese comentario. Yo también te quiero y te llevo en mi corazón por siempre.

      Eliminar